Para los consumidores de productos alimenticios empacados, unas etiquetas llamativas, empaques vistosos, e información clara, puede ser un factor decisivo al momento de seleccionar su producto por encima de otro.
Pero, ¿Qué hace que una etiqueta llame o no la atención del consumidor?
En este articulo haremos un repaso sobre las tendencias que en definitiva están marcando el mercado actual.
- Diseños minimalista: El mercado tiende a diseños sencillos, pero estilizados, en el que preponderan figuras geométricas, con tipografías vistosas. Optar por empaques y etiquetas cada vez más personalizados y creativos pueden sonar a una opción arriesgada, pero que con una buena planificación, se reflejará en beneficios.
- Trazabilidad e información: Un buen sistema de identificación y registro en cada una de las etapas de elaboración, no solo favorece nuestro proceso, sino también, al ser este reflejado en la etiqueta de nuestros productos, brinda cierta percepción de seguridad al consumidor. En este factor encontramos un punto fuerte y una herramienta de ayuda, una época en la que las falsificaciones prosperan.
- Transmitir la información : Cada vez van quedando más obsoletos los términos: “natural”, “sano”, “bueno”, no basta con que nuestras etiquetas y empaques lo digan, nuestro producto debe reflejarlo.
- Etiquetado verde: Es innegable la tendencia y conciencia de consumidores hacia productos amigables con el medio ambiente. El uso de materiales ecológicos, reciclables o biodegradables, al igual que una gestión correcta de residuos. Se vuelve un punto positivo a ser resaltado en la etiqueta de nuestros productos.
- El Consumidor: Según datos de la encuesta nacional de salud y nutrición (Ensanut) en promedio los ecuatorianos consumen 142 gramos de carnes y embutidos al día. ¿Pero hacia donde debemos enfocar nuestros esfuerzos? Datos de la misma encuesta revelan que los principales consumidores de carne y embutidos son hombres y mujeres en un rango de edad de entre 31 a 50 años con un promedio de 162 gramos diarios.
Al contar con una etiqueta que en general sea vistosa, poseemos una herramienta que favorece al consumo de nuestro producto. Por lo tanto, un diseño llamativo, colores dinámicos y materiales de calidad, mueven a nuestro favor la balanza de decisión del consumidor.